El desborde del Canal Norte afectó a muchas familias de El Colmenar

Funcionarios increpados. La solidaridad movilizó a la sociedad. Familias que piden reubicación

Foto de Inés Quinteros Orio / La Gaceta
Las fuertes precipitaciones producidas al inicio de marzo, sobre todo la del viernes 5, afectaron de lleno a 10.000 tucumanos que tuvieron que ser evacuados. Fue el Sur de la Provincia, principalmente, el lugar más perjudicado.
Las Talitas también sufrió las fuertes lluvias y fue el desborde del Canal Norte -tal como había sucedido el 11 de enero de 2007-, el que más daño causó.
Esta vez las consecuencias fueron mayores. Hubo familias que perdieron todo y durante varios días dependieron de la solidaridad de la gente. El cuadro resultante del anegamiento que produjo el desborde del Canal fue tremendo. Todas sus pertenencias (colchones, lavarropas, TV, cocinas, indumentaria, muebles y todo lo que podamos imaginar que es habitual tener en nuestras viviendas) si no se las llevó el agua quedaron inservibles. Las casas y calles aledañas al Canal quedaron completamente cubiertas de lodo. Solo era posible caminar hundiéndose en un “colchón” de barro que con el paso de las horas trasminaba un olor desagradable.
En otro aspecto, hubo numerosas mascotas muertas, como también muchos animales de granja, que en varios casos ayudaban a la subsistencia de las familias que los poseían. Para colmo hubo que agregar a este cuadro -que de por sí ya era dramático- el afloramiento de líquidos cloacales de muchos pozos ciegos que fueron colmatados por el agua, lo que provocó un temor generalizado por la salud de la población afectada, sobre todo de los niños.
Todo este cuadro fue “pintado” por la mano del agua que llegó en la oscuridad de la noche. Y si bien hubo viviendas en las que el agua alcanzó una altura aproximada al 1.50 metros, al atardecer del día sábado 6 ya había cedido y drenado por el mismo Canal Norte.

Funcionarios increpados
A raíz de la imperiosa ayuda que precisaban los damnificados, acudieron distintos funcionarios, entre los que estuvieron el Intendente Luis Morghenstein y su esposa, la Legisladora Adriana Najar de Morghenstein. En distintos lugares y días, fueron agredidos verbalmente por algunos de los vecinos afectados. También fue el caso de la hija del matrimonio gobernante, Melina Morghenstein y del Secretario de Gobierno municipal, CPN Mario Cecotti.
Con el correr de los días, los pronósticos de nuevas tormentas –gracias a Dios– no se cumplieron y los ánimos se calmaron.
Así, desde la Municipalidad pudieron asistir con víveres a algunas familias. Para el caso organizaron o apoyaron en la organización de festivales solidarios, incluso a través de los medios municipales de comunicación. También trabajaron en la limpieza del barro de algunas calles y en la construcción de gaviones en distintos tramos del Canal, buscando prevenir un nuevo desborde.
No obstante haber trabajado nuestros funcionarios en estas acciones concretas, hubo familias que denunciaron ante la prensa (Canal 8, División Noticias 1ra Edición, 26/03/15) que “el Intendente y la Legisladora fueron a ver cómo estaban, pero que nunca volvieron con ninguna ayuda”. También adujeron demoras de la Municipalidad en la limpieza de las calles que se inundaron.

Imprevisión municipal
El desaguisado del Intendente, digno ser expuesto, sucedió a partir de las declaraciones del Director de Obras Públicas de Las Talitas, Arq. García Haro. “El Intendente Morghenstein ha pedido a la Dirección Provincial del Agua que acudan a limpiar el Canal Norte en los últimos años, sin obtener respuesta hasta la fecha”, sostuvo el arquitecto. Lo dijo al día siguiente del desborde a través de una publicación en el sitio municipal en Facebook.
Y aunque es verdad que es obligación de la Dirección del Agua atender los desagües en la Provincia, el Intendente Morghenstein decidió que sea el mismo Municipio el que se encargue de limpiar el Canal. Con ello, acabó dándole la razón a los vecinos que lo culpaban de no haber hecho nada. La gente, que no tiene por qué entender de competencias, no le perdona al Intendente semejante falta de previsión. La lógica conclusión de los vecinos fue: “Si de todos modos iba a limpiar el Canal nuestro Municipio, mejor hubiera sido que lo limpiara antes de las lluvias”.

Solidaridad
Un tema digno de destacar, lo constituye la gran solidaridad que movilizó a todos los tucumanos. Si bien la campaña más visible fue la de Canal 8, y que estuvo orientada a los inundados del Sur, hubo distintas ámbitos en los que canalizó la acción solidaria.
Es el caso de la importante colecta que se realizó a través de Cáritas Arquideocesanas, del Arzobispado de Tucumán.
En Las Talitas las colectas se canalizaron a través de la Parroquia San José Obrero (El Colmenar), que lograron llenar un camión. Es de destacar, asimismo, la colecta que realizaron distintos jóvenes de escuelas secundarias de Las Talitas, y de distintas organizaciones no gubernamentales, y la movilización acercando las donaciones a las familias afectadas. Y otra forma con que se evidenció la solidaridad fue la de varios comerciantes y vecinos de la Av. Presidente Perón, de El Colmenar, que se organizaron para garantizarles la vianda de desayuno, almuerzo y merienda a las familias que resultaron más perjudicadas.
La contracara a tan loables gestos fueron las avivadas de algunos comercios que ante la mayor demanda de agua mineral y de velas, por ejemplo, aumentaron los precios. Así lo remarcó el referente de la ONG Defensa del Consumidor, José García

Pedido de damnificados
La situación vivida por algunas familias a raíz de este desborde, las llevó a plantear la posibilidad de que sean reubicadas.
Así, por ejemplo, Gladys Laméndola, una de las afectadas, publicó en su cuenta de Facebook: “Por favor: sepan que no por vivir en la orilla del canal no somos humanos. Señor Intendente, sólo le pedimos reubicación. Somos 9 familias que así como usted nos necesitó para ser Intendente, hoy nosotros necesitamos de usted”.