Salud 87

Organización psicoafectiva del lenguaje durante el primer año de vida

La maduración del sistema neurosensorial y motor que interviene en la producción del lenguaje no es suficiente para el desarrollo del mismo, sino que también es necesario un adecuado desarrollo cognitivo, social y afectivo.
Desde que nace el bebé se encuentra inmerso en un mundo de palabras y sonidos, pero además la mamá se comunica en forma preverbal con él a través del tacto, tono de voz, los cuidados, etcétera.
Cuando un bebé emite sus primeras vocalizaciones no sólo lo hace para comunicarse, sino porque le da “placer” hacerlo.
El bebé emite porque le gusta, pero como también necesita relacionarse aparece la “sonrisa social” como primer hito comunicativo.
Más tarde las vocalizaciones son más intencionales. La fuerza con que va a relacionarse el niño con el medio dependerá de la estimulación del ambiente que lo rodea. Por esto el desarrollo del lenguaje puede condicionarse. Esto se comprende si se tiene en cuenta que si bien el lenguaje está en la naturaleza del hombre no existe como construcción independiente, sino que necesita de otros que, por un lado, demanden y por otro, quieran escuchar.
En este intercambio constante que se produce entre el bebé y su madre (entorno) durante el primer año de vida se organiza el modelo comunicacional del cual surgirá el lenguaje.

Fonoaudióloga Adriana Milani
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