Humor (159)

El dios árabe
Iban un árabe y un mejicano en un avión que había sufrido un desperfecto y se estaba por estrellar.  El árabe dijo:-¡Oh, gran dios árabe, que no me muera!Saltó del avión y una gran mano de arena lo agarró y lo puso con cuidado en el piso. El mejicano que vio eso hizo lo mismo.
-¡Oh, gran dios árabe, que no me muera!
También saltó y una gran mano de arena lo agarró. En eso dice aliviado el mejicano:
-¡¡Gracias a Dios!!Y la mano de arena lo tiró mucho más lejos. 

Dos mujeres, cansadas porque sus maridos nunca las sacaban de parranda, acordaron para salir una noche a festejar. Así que se fueron a un bar, tomaron como diez cervezas cada una y a media noche se regresaron a sus casas.
De regreso le dice la acompañante a la que manejaba

–Me orino, ¡pará ya, que no doy más!!
La compañera detuvo el auto sin darse cuenta que lo había hecho al lado de un cementerio. La que se orinaba apurada, llegó hasta una tumba, se quitó la bombis y comenzó a orinar. Al rato, ya mas aliviada, se dio cuenta de dónde estaba y empezó a sentir miedo, salió corriendo y por la borrachera que tenía dejó la bombis en la tumba.
-Ahora me toca a mí, dijo la que manejaba.
Bajó del auto rápido y sin ver dónde estaba, se sentó sobre otra tumba, entre un montón de coronas de un funeral reciente.Cuando se dio cuenta del lugar se aterrorizó y salió corriendo, también sin bombis.
Luego, ambas mujeres llegaron a sus casas y se fueron a dormir como pudieron. Al otro día se encuentran los maridos y uno le dice al otro:
-Anoche la sinvergüenza de mi mujer se fue de parranda y creo que con la tuya... Debe haber sido una parranda buenísima porque llegó a casa borracha y sin bombis.
-Eso no es nada –responde el amigo– Tu mujer es una santa al lado de la mía, que también llegó borracha y sin bombis, pero además, con una cinta púrpura en el trasero que decía: "Recuerdo de todos tus amigos".