El 2 de abril de 1982 los argentinos nos despertamos con una noticia inesperada: fuerzas de la infantería de marina habían desembarcado en las Islas Malvinas y reducido la
guarnición británica apostada en el lugar. Argentina había entrado en guerra con una de las naciones más poderosas del planeta: Inglaterra.
Tras varias jornadas de lucha, en las que las fuerzas argentinas enfrentaron a las británicas en inferioridad de condiciones, el 14 de junio el gobernador militar de Malvinas, Gral. Luciano Benjamín Menéndez, se rindió ante su par británico, Jeremy Moore.
Más allá de los pormenores de los sucesos, de los cuestionamientos de las acciones encaradas y del resultado del enfrentamiento, la Argentina nunca dejó de reclamar sus derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas… porque para siempre, ¡son argentinas!
Poema alusivo
“Tiene las alas salpicadas de islotes,
es nuestra bella del mar.
La patria la contempla desde la costa madre con dolor que no se va.
Tiene las alas llenas de lunares. Lobo roquero es su guardián.
La patria la contempla.
Es un ángel sin dsueño la patria junto al mar.
Como a mujer robada le quitaron el nombre;
lo arrojaron al mar.
Le dieron otro para que olvidara,
que ella no sabe pronunciar.
Cautiva está y callada. Ella es la prisionera que no pide ni da.
Su correo de amor es el ave que emigra.
La nieve que cae es su reloj de sal.
Hasta que el barco patrio no ancle entre sus alas,
ella se llama Soledad”.
Autor: José Pedroni.