Educación y Opinión 91

A todos los docentes o papás interesados en la cuestión de la Educación, pueden participar en esta sección. “Educación y opinión” es un espacio abierto destinado a todos los que desearan contribuir con su aporte, en base a su preparación profesional y/o su experiencia laboral. Los interesados podrán acercarnos material a través de nuestro email (revistaelpuente@hotmail.com) o comunicándose a cualquiera de nuestros números telefónicos (Cel. 155-160766 ó al fijo 427-6643).


Educación

Enseñar no sólo consiste en informar o mostrar al alumno acerca de pormenores, sino suscitar en su ánimo la necesidad de encontrar respuestas, tratar de hacer que se sienta atraído a descubrir un mundo aún desconocido por él.
Semejante tarea exige por parte del educador conciencia y actitud para despertar ese sentimiento de querer saber cada vez más. Se debe incitar constantemente a ello, no quedándose solamente en la teoría.
Debemos generar esa capacidad de admiración que el hombre ya hecho no suele tener, guiándolo por el camino del saber teórico práctico, pero siempre teniendo en cuenta la persona en sí, ya que con nuestra enseñanza estamos tllando y formando a los futuros ciudadanos, por supuesto que esta consigna requiere un fuerte grado de responsabilidad, no sólo de los educadores, formadores del saber, sino también y principalmente de los padres que coayudan con sus actos a la formación de la persona . Por lo tanto, es una teoría conjunta de familia y escuela que no debe olvidarse, porque con ello se logrará una mejor educación, que es el deseo, creo –a mi humilde parecer–, de todos.


Buenos modales

A la mayoría de la gente, incluida yo, siente fastidio y asombro ante la presencia de niños malcriados. ¿Por qué toleramos una conducta desconsiderada?, ¿estamos tan absortos en nuestras propias necesidades que pasamos por alto los derechos de los demás?, ¿o es que acaso ya nos acostumbramos a ello y lo tomamos como algo natural?
No sólo la televisión de hoy pareciera que exalta la insolencia, el menosprecio hacia la otra persona.
Esta ausencia de buenos modales produce más efecto en los chicos. La escisión de la familia y las exigencias de los padres que trabajan dio como resultado una generación de niños que pasan por alto la autoridad y que no conocen de límites a la hora de actuar.
Aún cuando se haga esfuerzo por inculcar buenos modales se hacen añicos por lo que ocurre fuera del hogar. Sin embargo, con empeño y paciencia se puede hacer mucho.
Ser cortés es más que decir “por favor” y “gracias”, significa no alardear ni hablar mal de nadie a sus espaldas, saber ganar limpiamente y perder con dignidad, así como tratar a todos con respeto.
Por ello, usted, como padre, tiene el deber de actuar de buena manera, evitando expresiones malsonantes.
El respeto, la modestia y la rectitud surgen de la enseñanza que los padres impartan a sus hijos en el curso de muchos años a través de vivencias y recuerdos compartidos. Los niños aprenden a través de sus padres. Los buenos modales son los cimientos sobre los cuales se erige su educación.

Prof. Pilar Rocha
Consultas y/u opiniones
piatuc2006@hotmail.com