Un abogado y una rubia están en asientos contiguos, durante un largo vuelo de Buenos Aires a España.
El abogado español pregunta a la rubia si le gustaría jugar a un juego muy entretenido.
Ella, argentina, esta cansada y sólo quiere una siesta, por lo que declina amablemente la oferta y se da vuelta hacia la ventanilla buscando tranquilidad.
El abogado insiste:
-El juego es realmente fácil y muy entretenido: Yo te hago una pregunta, y si tu no sabes la respuesta, me pagas; luego me preguntas tu, y si no se la respuesta me toca pagar.
Una vez mas, ella no acepta y prefiere intentar dormir.
El terco abogado imagina que, siendo su oponente una rubia, puede ganarle muy fácilmente y mejora la oferta:
-Está bien, ¿qué tal si tú me pagas sólo 5 dólares, pero si yo no sé la respuesta, te pago 50?
Cansada y seducida por la ventaja ofrecida, la rubia acepta finalmente.
El abogado hace la primera pregunta:
-¿Cuál es la distancia entre la Tierra y la luna?
La rubia no dice nada, mete la mano en el bolsillo, saca un billete de 5 dólares y se lo pasa al abogado.
Y ahora es el turno de la rubia. Pregunta al abogado:
-¿Qué sube una montaña con tres piernas, y baja de vuelta con cuatro?
El abogado la mira absolutamente perplejo. Saca su notebook, rastrea por todo Internet y nada. Frustrado y furioso, envía e-mails a todos los colegas y amigos. Todo es en vano… Luego de más de una hora buscando alguna posible respuesta, se da por vencido. Despierta a la rubia y le entrega un billete de 50 dólares.
La rubia toma suavemente el billete, lo guarda y se da vuelta para seguir durmiendo. El abogado, que está realmente indignado, le pregunta:
-Bien, Cuál era la respuesta?
Nuevamente, sin decir palabra, la rubia mete la mano en el bolsillo, le da un billete de 5 al abogado y cierra los ojos para dormir.
El abogado español pregunta a la rubia si le gustaría jugar a un juego muy entretenido.
Ella, argentina, esta cansada y sólo quiere una siesta, por lo que declina amablemente la oferta y se da vuelta hacia la ventanilla buscando tranquilidad.
El abogado insiste:
-El juego es realmente fácil y muy entretenido: Yo te hago una pregunta, y si tu no sabes la respuesta, me pagas; luego me preguntas tu, y si no se la respuesta me toca pagar.
Una vez mas, ella no acepta y prefiere intentar dormir.
El terco abogado imagina que, siendo su oponente una rubia, puede ganarle muy fácilmente y mejora la oferta:
-Está bien, ¿qué tal si tú me pagas sólo 5 dólares, pero si yo no sé la respuesta, te pago 50?
Cansada y seducida por la ventaja ofrecida, la rubia acepta finalmente.
El abogado hace la primera pregunta:
-¿Cuál es la distancia entre la Tierra y la luna?
La rubia no dice nada, mete la mano en el bolsillo, saca un billete de 5 dólares y se lo pasa al abogado.
Y ahora es el turno de la rubia. Pregunta al abogado:
-¿Qué sube una montaña con tres piernas, y baja de vuelta con cuatro?
El abogado la mira absolutamente perplejo. Saca su notebook, rastrea por todo Internet y nada. Frustrado y furioso, envía e-mails a todos los colegas y amigos. Todo es en vano… Luego de más de una hora buscando alguna posible respuesta, se da por vencido. Despierta a la rubia y le entrega un billete de 50 dólares.
La rubia toma suavemente el billete, lo guarda y se da vuelta para seguir durmiendo. El abogado, que está realmente indignado, le pregunta:
-Bien, Cuál era la respuesta?
Nuevamente, sin decir palabra, la rubia mete la mano en el bolsillo, le da un billete de 5 al abogado y cierra los ojos para dormir.
Cómo saber que has bebido lo suficiente:
-Tu único problema con la bebida es no tener una ahora.
-Vas a Alcohólicos Anónimos a borrarte de la lista.
-La banqueta no se queda quieta.
-Crees que los 4 grupos alimentarios básicos son nicotina, cafeína, alcohol y mujeres.
-Dices todo el tiempo: No estoy ebrio, lo que pasa es que tú estas sobrio.
-El dueño del bar mandó hacer un banco con tu nombre.
-No reconoces a tu esposa al menos de que la veas a través del fondo de una botella.
-Los elefantes rosas te siguen hasta tu casa.
-Después de 6 cervezas todas las mujeres son guapas.
-Te vas a dormir porque que no hay nada más que tomar.
-Crees que la embriaguez es el estado más natural para despertar cada mañana.
Piropos
En una tarde muy triste,
en tus ojos me reflejé.
Fue tan dulce tu mirada
que de ti me enamoré.
Sos un caramelo de menta,
caramelo por lo dulce,
y menta por lo fuerte.
Si parpadeo, me pierdo un instante de tu belleza.
¿Me prestás tu teléfono?
-¿Para qué?
-Para llamar a mi madre y contarle que encontré a la mujer de mi vida.
Dejame mirarte bien... antes que la luz de tus ojos me derrita.
Quisiera ser palabra de amor... para estar en la poesía de tus ojos.
Fumo porque en el humo creo verte, y por miedo a perderte fumaré hasta la muerte.
-¿Qué hora es?
-Las 6.00. ¿Por qué?
-Porque quería saber la hora exacta en la que me enamoré de vos.
¿Crees en el amor a primera vista? ¿O tengo que volver a pasar delante tuyo?
Si Cristóbal Colón te viese, diría: ¡Santa María, que Pinta tiene esta Niña!.
Cuando estás, se me hace agua la boca. pero cuando no estás, se me hacen agua los ojos.
Sos tan dulce, que sólo con mirarte engordo.
Hoy dormirás con los ángeles y soñarás conmigo, pero un día dormirás conmigo y soñarás con los ángeles.
Cuando mires las estrellas acuérdate de mí, en cada una de ellas, hay un beso para ti.