A todos los docentes o papás interesados en la cuestión de la Educación, pueden participar en esta sección. “Educación y opinión”. Diríjase a nuestro email (revistaelpuente@hotmail.com) o comunicándose a cualquiera de nuestros números telefónicos (Cel. 155-160766 ó al fijo 427-6643).
Trastornos en el aprendizaje
En teoría se considera que un niño tiene un trastorno del aprendizaje si su provecho en la escuela está por debajo de lo que su cociente intelectual permite esperar, y si esto no puede explicarse por una maduración lenta, por falta de motivación o por alguna enfermedad física o minusvalía, como la sordera, o tiene dificultad para aprender a leer, o le cuesta trabajo entender lo que se le dice, expresarse verbalmente o hacer operaciones matemáticas.
He aquí algunos tipos que dan expertos:
• Empiece desde el período preescolar, antes de que los niños vayan a la escuela, los padres deben estimular la facultad de reconocer y distinguir los sonidos de una palabra. Léale cuentos, cántele rimas infantiles haciendo que repita para comprobar que distingue los sonidos.
• Esté pendiente de los síntomas: En general, los niños a la edad de 6 ó 7 años ya saben asociar cada sonido del idioma con cada letra del abecedario. En esa edad los expertos ya pueden determinar si tendrá dificultad para leer. Usted también puede ayudar, hágalo decir palabras por ejemplo que rimen con gato, si el chico ya distingue los sonidos, responderá sin dificultad “pato”, “rato”, “chato”.
• Consulte con el pediatra: Ya que pueden descartar otras causas de mal desempeño escolar, como dificultades de la vista o del oído.
• Acuda al maestro: Es la persona más apta para juzgar el aprendizaje de su hijo ya que convive todos los días con él.
• Evalúe la escuela: Averigüe qué métodos de enseñanza emplean en la escuela. Esta debe fomentar que los niños con trastornos en el aprendizaje convivan el mayor tiempo posible con sus compañeros, pero también debe ofrecerles algunas clases especiales en grupos pequeños.
• Instruya al niños en casa: Puede pegar letras magnéticas en la puerta de la heladera y formar distintas palabras para que el niño las diga.
• Busque ayuda externa: Si a pesar de todo su hijo no supera sus dificultades, acuda a terapeutas del lenguaje u otras especialidades.
• Por último, no se dé por vencido.
Trastornos en el aprendizaje
En teoría se considera que un niño tiene un trastorno del aprendizaje si su provecho en la escuela está por debajo de lo que su cociente intelectual permite esperar, y si esto no puede explicarse por una maduración lenta, por falta de motivación o por alguna enfermedad física o minusvalía, como la sordera, o tiene dificultad para aprender a leer, o le cuesta trabajo entender lo que se le dice, expresarse verbalmente o hacer operaciones matemáticas.
He aquí algunos tipos que dan expertos:
• Empiece desde el período preescolar, antes de que los niños vayan a la escuela, los padres deben estimular la facultad de reconocer y distinguir los sonidos de una palabra. Léale cuentos, cántele rimas infantiles haciendo que repita para comprobar que distingue los sonidos.
• Esté pendiente de los síntomas: En general, los niños a la edad de 6 ó 7 años ya saben asociar cada sonido del idioma con cada letra del abecedario. En esa edad los expertos ya pueden determinar si tendrá dificultad para leer. Usted también puede ayudar, hágalo decir palabras por ejemplo que rimen con gato, si el chico ya distingue los sonidos, responderá sin dificultad “pato”, “rato”, “chato”.
• Consulte con el pediatra: Ya que pueden descartar otras causas de mal desempeño escolar, como dificultades de la vista o del oído.
• Acuda al maestro: Es la persona más apta para juzgar el aprendizaje de su hijo ya que convive todos los días con él.
• Evalúe la escuela: Averigüe qué métodos de enseñanza emplean en la escuela. Esta debe fomentar que los niños con trastornos en el aprendizaje convivan el mayor tiempo posible con sus compañeros, pero también debe ofrecerles algunas clases especiales en grupos pequeños.
• Instruya al niños en casa: Puede pegar letras magnéticas en la puerta de la heladera y formar distintas palabras para que el niño las diga.
• Busque ayuda externa: Si a pesar de todo su hijo no supera sus dificultades, acuda a terapeutas del lenguaje u otras especialidades.
• Por último, no se dé por vencido.