Trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
Síntomas y caracteres de la hiperactividad
Las deficiencias de atención pueden manifestarse en situaciones académicas, laborales o sociales. Generalmente, el trastorno por déficit de atención es diagnosticado antes de los 7 años de edad, conjuntamente, muchas veces, con el ingreso escolar del niño o cuando este necesita de una atención más fina para lograr aprendizajes más complejos.
Los síntomas más frecuentes –aunque no los únicos- son:
Dificultad para mantener la atención en una actividad, lo que le impide finalizarla.
Parecería como que siempre están con la mente en otro lugar.
Cambian continuamente de actividad sin concluir ninguna.
Las tareas que exigen un esfuerzo mental sostenido son experimentadas por el niño como aburridas, desagradables, etcétera, por lo cual rechazan realizarlas.
El niño hiperactivo generalmente es :
Impulsivo, con dificultad de centrar su atención.
Sube a todas partes, rompe cosas, hace ruidos constantemente.
Eemocionalmente cambiante.
Fácilmente irritable.
Para dicho trastorno existen diferentes tratamientos que van desde el psicológico y fonoaudiológico hasta el farmacológico, dependiendo de la severidad de cada caso particular.
Lo importante es poder lograr un abordaje interdisciplinario donde se debe contar con la colaboración del ámbito escolar y familiar; de tal forma que el niño se sienta contenido a medida que se realice el tratamiento.
Dificultad para mantener la atención en una actividad, lo que le impide finalizarla.Parecería como que siempre están con la mente en otro lugar.
Cambian continuamente de actividad sin concluir ninguna.
Las tareas que exigen un esfuerzo mental sostenido son experimentadas por el niño como aburridas, desagradables, etcétera, por lo cual rechazan realizarlas.
El niño hiperactivo generalmente es :
Impulsivo, con dificultad de centrar su atención.
Sube a todas partes, rompe cosas, hace ruidos constantemente.
Eemocionalmente cambiante.
Fácilmente irritable.
Para dicho trastorno existen diferentes tratamientos que van desde el psicológico y fonoaudiológico hasta el farmacológico, dependiendo de la severidad de cada caso particular.
Lo importante es poder lograr un abordaje interdisciplinario donde se debe contar con la colaboración del ámbito escolar y familiar; de tal forma que el niño se sienta contenido a medida que se realice el tratamiento.
Colaboración:
Psicóloga María Estela Pérez
M.P. 1664