De la precariedad de un asentamiento a la certeza de la casa propia

El “Virgen del Valle” es ejemplo de la falta de política de vivienda. Rehenes por necesidad

El barrio “Virgen del Valle” comenzó –como tantos otros a lo largo y lo ancho de Las Talitas– como un asentamiento. Está ubicado en el extremo Norte del Municipio, “subiendo” por calle 12, pasando el barrio Gráfico II, 2 cuadras más desde donde está ubicada la Escuela Fernando Pedro Riera.
El primer grupo de familias que se ubicó en el lugar, era gente que ya había estado “asentada” en unos predios de calle 11 y 18, entre los barrios Cervecero y Congreso, aproximadamente unos 8 meses. Pero las tratativas con la persona que dijo ser la dueña, se truncaron y finalmente, hacia noviembre de 2013, se ordenó su desalojo.
Obviamente, ese desalojo frenó la ocupación ilegal que estaban haciendo esas familias, pero no la necesidad de contar con un espacio para vivir. Fue así que en enero de 2014, cruzando la calle 12, hacia el Este de las viviendas que ya conformaban el barrio Virgen del Huerto, comenzó este asentamiento.

Desalojo evitado
Esos vecinos se organizaron desde el principio. Pidieron ayuda, pero la respuesta desde la Municipalidad fue que “no podían ayudar a quienes estaban viviendo en situación de ilegalidad”.
Incluso, ante el conocimiento de que iban a ser desalojados, designaron unos representantes que viajaron a Buenos Aires y con orientación de Luis D’elía (Pte. del partido “Movimiento de Integración Latinoamericana de Expresión Social –Miles) se gestionó ante la Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat evitar el temido e inminente desalojo. Finalmente, eso se logró.

Unidos y organizados
El grupo estuvo organizado a través de una Comisión Barrial y unidos, gestionaron ante distintas dependencias provinciales, la posibilidad de quedarse, mostrando desde el principio voluntad de pagar por esos terrenos.
Así, con el asesoramiento que recibieron en el Instituto Provincial de Vivienda (IPV), se toparon con el inconveniente de que muchos no tenían boleta de sueldo y que en el caso de los ingresos que percibían en concepto de planes y/o subsidios no servían como garantía de pago.

¿Quién era el dueño?
Por supuesto, esta gente debía saber, como primera medida, quién o quiénes eran los dueños de ese predio. Así, conocieron los datos catastrales (Plano de Mensura 718, serie D, Circunscripción I, Sección 25, Lámina 3, Parcela 15A1, Padrón n° 17037).
También se enteraron que por Ley n° 8015, del año 2008, la Provincia –luego de haberlo expropiado- lo cedía al IPV con la finalidad específica de que construyera barrios. Los mismos nunca se hicieron, aunque desde el IPV aseguraron que tenían hechos los planos.
O sea, a partir de ese momento, si esta gente pretendía quedarse en el lugar, la única salida concreta era el dictado de una nueva ley que derogue la 8015. Eso era así, porque si se hacían barrios a través del IPV, ellos no cumplían con los requisitos de ingresos mínimos establecidos.

Susana Trimarco
Otro dato a tener en cuenta lo constituye el hecho de que el asentamiento rodeaba un predio donde ya había una construcción, que pertenecía a la Fundación María de los Ángeles, de Susana Trimarco, a quien le había sido cedido por parte del Gobierno.
Aparentemente, Trimarco había manifestado que ella no iba a solicitar que desalojen a estas familias, que ella aceptaba que se “queden” en tanto no avancen sobre el predio de la Fundación.
A partir de entonces, estas familias tuvieron esperanzas más concretas de poder contar con su “lugar en el mundo”, aunque sabían que todavía faltaba gestionar una ley que les garantice poder quedarse.

Nueva ley: 8729
Así, en sesión del 31 de octubre de 2014 y a partir de un proyecto presentado por el Ejecutivo Provincial, con la firma de José Alperovich, se aprobó una ley por la cual se derogaba la n° 8015 y se restituía la vigencia de la Ley n° 7673.
¿Qué era lo que establecía esa ley? Esa ley fue aprobada en 2005 y establece en su artículo 2° que “El inmueble … será destinado a la regularización, erradicación, consolidación, de los asentamientos o barrios de emergencia y/o construcción de viviendas, para ser transferido en venta a las personas que reúnen los siguientes requisitos: a) tener constituido un núcleo familiar; b) No ser propietario o adjudicatario por legislación similar”. 
Esto quiere decir que las familias que están ubicadas en este lugar, sí cumplen con estos requisitos y queda allanado el camino para ser propietarios definitivos.

Nadie puede correrlos
Esta ley, ya dijimos, fue aprobada en octubre de 2014. No es casualidad, entonces, que a sabiendas de que esta gente no iba a ser desalojada, que el mismo Gobierno Municipal haya empezado a estar “presente” desde agosto de 2014. A partir de entonces, se preocuparon por reordenar las casillas y establecer nuevas medidas, lotes con superficies menores, con la idea de ubicar a nuevas familias; también, intervinieron la Comisión Barrial y pretenden evitar que nadie lleve ningún tipo de ayuda a esas familias. 
Desde entonces, en distintas oportunidades, Adriana Najar de Morghenstein y Melina Morghenstein, los machacan diciéndoles: “Los únicos que estamos para ayudarlos a ustedes, somos nosotros”. Desde entonces, las candidatas a intendente y a concejal, amenazan a quienes no “militen” políticamente con ellas, a que perderán su terreno y que no obtendrán nunca su escritura.
Lo cierto es que ese barrio, que comenzó como asentamiento, será regularizado. Nadie puede correr a nadie y al final esa gente tendrá, como trámite último, las escrituras en sus manos.