Art. de Interés Gral. 101

La Taquigrafía: una técnica que ofrece beneficios

La Taquigrafía es un sistema de escritura veloz que permite escribir a la velocidad de la palabra oral, y la Real Academia Española la define como: "El arte de escribir tan deprisa como se habla, por medio de signos y abreviaturas especiales".
Brevemente, el Sistema de Taquigrafía Pitman se basa en la utilización de una serie de signos derivados de la geometría, rectos y curvos, finos y gruesos, así como otras figuras como círculos, elipses, y otros recursos, para representar las letras del alfabeto de una forma simplificada. De acuerdo con la posición en que se dibujen, por arriba del renglón, sobre éste o por debajo, los signos mencionados contendrán implícitas las vocales A, E-I y O-U, respectivamente.

Beneficios que ofrece saber Taquigrafía
El taquígrafo es aquella persona capacitada para tomar nota de una exposición a la velocidad del orador. Esto significa que el mismo registra las palabras vertidas por el expositor en su discurso, las que luego traduce al idioma corriente.
Normalmente, con la escritura convencional una persona escribe a una velocidad cercana a las cuarenta palabras por minuto, y con gran esfuerzo, mientras que un taquígrafo puede escribir cómodamente cien palabras por minuto, y aún alcanzar velocidades superiores. Esa diferencia en velocidad de escritura permite, por ejemplo, tomar notas muy completas de conferencias, exposiciones, cursos, que luego sirven para estudiarlas y repasarlas, logrando de esta manera extraer un mayor provecho del tiempo empleado en esas actividades. Asimismo, como lo hicieron grandes escritores, novelistas y poetas de la literatura universal (Víktor Frankl, Charles Dickens, Bernard Shaw, José Hernández), la velocidad que brinda la Taquigrafía permite plasmar en el papel, en cualquier momento y lugar, las ideas que repentinamente surgen en la mente, o elaborar textos con mayor facilidad.

Una Técnica en plena vigencia
En efecto, y tal como lo sugiere el título, podemos afirmar que pese a la amplia difusión y uso de recursos tecnológicos como grabadores, programas informáticos, etc., no se puede negar la utilidad de la Taquigrafía aún hoy, puesto que, entre otras razones, en la práctica de la misma se emplea el proceso de lecto-escritura en una de sus formas más simples: la escritura manual. Además, al tener tal carácter de sencillez esta técnica, los únicos elementos que requieren los interesados en incursionar en la misma son unas hojas rayadas y un lápiz, lo que torna sumamente accesible tanto el estudio como, posteriormente, el desarrollo efectivo de este arte.

Martín Córdoba - Gabriel Barrera
Taquígrafos Parlamentarios