Editorial 80

¿Jaque a la inseguridad?

Uno de los temas que más atención demanda de los medios de comunicación, de los funcionarios
políticos de todos los niveles y de la población en general, es el de la inseguridad.
La inseguridad es un verdadero fenómeno social, que lleva a sociólogos a sostener diversas explicaciones –no exentas de críticas– que asocian el delito a la pobreza, al consumo de drogas y/o de alcohol; o también a la inequidad de la distribución del ingreso. Desde la clase dirigente se intentó el endurecimiento de las leyes, como bajar de 16 a 14 años la imputabilidad, medida muy resistida por funcionarios, abogados y jueces “garantistas” en la Nación, o el establecimiento de un Código de Contravenciones para nuestra Provincia –que nunca pasó de proyecto, rigiendo sólo la ley 5.140 y sus modificatorias, de contravenciones policiales.
Lo cierto es que la multiplicidad de casos, en todos lados, en cualquier calle, a cualquier hora y cuyas víctimas en su mayoría son mujeres y ancianos, puso en vilo a la población. Cuando se difunden datos sobre la cantidad de denuncias por arrebatos, provoca un temor que llega a convertirse en estupor cuando la gente se entera que los episodios delictivos que no se denuncian son igual o mayor que los efectivamente denunciados.
En nuestra Ciudad hubo ya varias reuniones en los diferentes vecindarios y se solicitó respuestas al gobierno municipal y a la fuerza policial. Por cuenta propia se adoptó la creación de la Vigilancia Vecinal –solución no mala, pero tampoco ideal- que con sus pitidos nocturnos comunican un “tranquilo y sereno” desde hace varios meses ya.
Ya informamos en un Número anterior que de esas reuniones el concepto del comisario principal Alberto Romano era que “la única forma de prevenir el delito es procurar una mayor presencia policial en los diferentes barrios de Las Talitas”. Y pareciera ser que a ese concepto responde el accionar de la Patrulla Motorizada, la prevención, potenciada la inmediatez de su trabajo en el hecho de contar con celulares.
Al respecto y esperando que esta comunidad cuente con la presencia de los efectivos de esta unidad, nos hacemos eco de lo sostenido por el Jefe de Policía, comisario Hugo Sánchez, de que la población debe concientizarse respecto de los mensajes de alerta que envía a estos agentes y no jugar bromas pesadas -como ya ocurrió- porque los agentes motoristas ya arriesgan sus vidas acudiendo al lugar.