¿Eres feliz?

En cierta ocasión, durante una elegante recepción de bienvenida al nuevo Director de marketing de una importante compañía londinense, algunas de las esposas de los otros directores, que querían conocer a la esposa del festejado, le preguntaron con cierto morbo: 
-Corina, ¿tu esposo te hace verdaderamente feliz? 
El esposo, quien en ese momento no estaba su lado, pero sí lo suficientemente cerca para escuchar la pregunta, prestó atención a la conversación e incorporó ligeramente su postura, en señal de seguridad y hasta hinchó un poco el pecho, orgullosamente, pues sabía que su esposa diría que sí, ya que ella jamás se había quejado durante su matrimonio. 
Sin embargo, para sorpresa suya y de los demás, la esposa respondió rotundamente:
-No, no me hace feliz. 
En la sala se hizo un incómodo silencio como si todos los presentes hubieran escuchado la respuesta de la mujer. 
El marido estaba petrificado. 
No podía dar crédito a lo que su esposa decía y menos en un momento tan importante para él. 
Ante el asombro del marido y de todos, ella simplemente acomodó enigmáticamente sobre su cabeza su elegante chalina de seda negra y continuó: 
-No, él no me hace feliz... ¡Yo soy feliz! El hecho de que yo sea feliz o no, no depende de él, sino de mí. Yo soy la única persona de quien depende mi felicidad. 
Yo determino ser feliz en cada situación y en cada momento de mi vida, pues si mi felicidad dependiera de otra persona, de otra cosa o circunstancia sobre la faz de la Tierra, estaría en serios problemas. 
Todas oían atentamente sus palabras:
-Todo lo que existe en esta vida cambia continuamente: el ser humano, las riquezas, mi cuerpo, el clima, los placeres, etc. Y así podría decir una lista interminable. A través de toda mi vida, he aprendido algo:
-Yo decido ser feliz y lo demás son "experiencias o circunstancias", lo amo y el me ama, muy a pesar de sus circunstancias y de las mías. 
-Él cambia, yo cambio, el entorno cambia, todo cambia; habiendo amor y perdón verdadero y observando esos cambios, (los cuales tal vez puedan ser fuertes o no, pero existen), hay que enfrentarlos con el amor que hay en cada uno de nosotros. Si los dos nos amamos y nos perdonamos los cambios serán sólo "experiencias o circunstancias" que nos enriquecen y que nos darán fortaleza. De lo contrario, solo habremos sido pareja de "paso". 
-Para algunos divorciarse es la única solución; (en realidad es la más fácil).
El amar verdaderamente es difícil, es dar amor y perdonar incondicionalmente; es vivir, tomar las "experiencias o circunstancias" como son, enfrentarlas juntos y ser feliz por convencimiento. 
Hay gente que dice: “No puedo ser feliz, porque estoy enfermo, porque no tengo dinero, porque hace mucho calor, porque me insultaron, porque alguien ha dejado de amarme, porque alguien no me valoró. 
Pero lo que no sabes es que puedes se feliz aunque estés enferma, aunque haga calor, tengas o no dinero, aunque alguien me haya insultado, o alguien no me haya amado o valorado. 
Porque ser feliz es una actitud ante la vida, ¡y cada uno decide!
Las esposas de los otros directores asintieron con la cabeza, dándole la razón a Corina.
Entonces, el flamante Director de Marketing, miró a Corina con amor y dulzura, sabiendo que él también era muy feliz al lado de su amada esposa.

Fuente: Internet. Autor: Desconocido