A solo días de la Navidad, seguramente muchas personas ya estén comprando muchos y costosos regalos para los miembros del hogar, tal vez, hasta piensen en gastar dinero adicional en las decoraciones con la idea de celebrar al máximo esta festividad. Pero ¿es la Navidad una celebración material?
Para los creyentes del cristianismo, la Navidad es una fecha donde se conmemora el nacimiento de Jesucristo, el hijo de Dios que llegó al mundo para librarnos del pecado. Es tiempo de felicidad y alegría, es tiempo de perdón y de reflexión. En realidad se trata de un momento sagrado en la fe cristiana que se ha visto opacada por las ofertas comerciales que buscan sacar provecho económico de esta celebración.
Navidad no debe significar tener el árbol mas decorado del barrio, ni tampoco tener un “árbol de navidad”, ni comprar el regalo más caro para los seres queridos. Es muy obvio que la Navidad es esperada con entusiasmo, sobre todo por los más pequeños del hogar, pero este desaparece después de la madrugada del 25.
La Navidad debe ser un momento de reflexión familiar, una oportunidad para entender al prójimo y generar la reconciliación. Hasta resulta necesario para obtener paz interior, sellar heridas y viejos rencores. Puede honrarse el espíritu navideño pidiendo disculpas y otorgándolas; fortaleciendo la solidaridad entre los miembros de la familia y los amigos, porque la esencia de la Navidad es vivir el mensaje de Paz entre los hombres. Y esa idea, más allá de cualquier dogma religioso, es muy importante para mejorar nuestra convivencia en comunidad, en unión.
Por ello, si usted no cuenta con un árbol navideño o no tiene dinero para comprar un regalo para los suyos, no piense que no podrá celebrar esta festividad. Navidad es mucho más que tener o regalar cosas materiales. Es un tiempo para reflexionar, vivir en paz, buscar la unión y llenarse de propósitos.
En nombre de todos los que hacemos revista El Puente les enviamos un caluroso saludo de Feliz Navidad a todos nuestros lectores, anunciantes y amigos.