Art. de Interés Gral. 60

Veinte mil años de amistad
Estudios científicos indican que el perro acompaña al Hombre desde
el tiempo de las cavernas

Los animales tienen una gran importancia en la vida del ser humano ya que todos los seres vivos son parte de un ecosistema que trabaja en armonía.
El hombre, a medida que pasan los años, requiere de mayores fuentes de energía y la utilización de mayor cantidad de recursos naturales. Esto hace que los animales, sobre todo los de estado silvestre, tengan que adaptarse a nuevos ecosistemas o se enfrenten a su progresiva extinción.
Uno de los animales más apegados al ser humano es el perro, que comparte la vida diaria del hombre y que llega a ser miembro integrante de la familia.
¿Alguna vez se preguntó desde cuándo convive el perro con el ser humano?
La respuesta no es tan sencilla, pero algunos científicos e investigadores veterinarios australianos, como el doctor David Paxton, estudiaron esta pregunta y sus teorías son muy conocidas por la comunidad científica veterinaria.
Los estudios del doctor Paxton se realizaron sobre un perro silvestre llamado Dingo, es un animal que tiene todas las características del perro doméstico.
Las conclusiones a las que se llegaron fueron varias y la más aceptada es la que pone al perro en convivencia con el ser humano desde el tiempo de las cavernas.
En la época que el ser humano vivía en cavernas y salía a cazar para poder subsistir y que nuestro lenguaje no era muy desarrollado, existía un depredador que tenía como dieta principal al hombre. Este depredador era el Tigre Diente de Sable. El hombre salía a cazar presas chicas y no muy peligrosas porque nuestras armas eran primitivas, a veces se comía durante estas campañas de cacería y se continuaba.
Un solitario individuo recatado y desconfiado seguía en esas incursiones del hombre, de manera sigilosa y metódica, ocultándose entre la hierba y cuando el humano terminaba la cacería y dejaba los restos de los animales cazados, este individuo aprovechaba y se alimentaba, pero nunca dejó de seguirlo, porque el hombre, sin saberlo, le dejaba comida.
Al pasar los años, este pequeño animal logró dar con las cuevas donde habitaba la familia del hombre, este lo observaba a la distancia e impedía que se acercara mucho a la cueva arrojándole piedras, palos o cualquier objeto que tuviera a mano. Hasta que se le arrojó un despojo de comida y este animalito se lo llevó.
El ser humano “pensó” que también podría llevarse los desperdicios de la cueva y de esa manera este animalito tuvo su primer contacto con el hombre que ya no lo ahuyentaba, sino que lo invitaba a comer los desperdicios.
Durante las apariciones del Tigre Diente de Sable, devorador de humanos, este animalito lo despertaba y alertaba con sus ladridos desde afuera de la cueva y de esa manera el factor sorpresa del felino quedaba al descubierto y terminó convirtiéndose en nuestra presa, ya que con su piel podíamos protegernos del invierno y la siguiente era del hielo.
Este hecho hizo que el perro se ganara su confianza y lo incluyó en el seno familiar, lo entrenó para cazar y se convirtió en el compañero inseparable del hombre, que sabía que este animalito daría su vida por salvarlo.
Después de miles de años de evolución, nos queda una pregunta, ¿qué hubiera pasado si el Tigre Diente de Sable nos extinguía como especie? No estaríamos aquí para contarlo. Gracias a nuestro compañero inseparable, hoy estamos aquí.
Feliz Día del animal, mi perro amigo…
No maltrate a ningún animal y no se olvide que le debe su existencia al perro.

Colaboración:
Jorge Carrizo
Dr. en Ciencias Veterinarias
M.P. 2.886