Entrevista 60

Una semblanza de un amigo que se destacan en lo cultural.


Nicolás Manservigi
Un “Portador” de talento



Hacer esta entrevista fue muy especial para El Puente, puesto que la hemos efectuado a un amigo que es escritor. Y, justamente, el motivo de la misma es para que nos cuente sobre su reciente producción literaria intitulada “El Portador”, pero también para que al mostrar a nuestros lectores el perfil de un joven apasionado por el arte, en sus más variadas expresiones, -los jóvenes en especial- puedan contagiarse de su espíritu vital y creativo y se animen a buscar todo lo positivo que llevan dentro de sí mismo.


Ficha personal:

Edad: 22 años.
Nació en julio de 1984.
A los 7 años ingresó al coro de niños de la Provincia. Actualmente continúa su carrera de canto lírico junto a Laura Varela. También estudia Piano y cursa Licenciatura en Psicología en la UNSTA. Su página web: www.nicolasmanservigi.com.ar


P.- Nicolás, ¿cuándo nace tu vocación por escribir?
R.- Fue alrededor de mis 8 años, cuando estudiaba en la casa de una tía que me inculcaba el hábito de la lectura y escritura, cosas que con el tiempo se convirtieron en una necesidad. Al principio, desde chico, escribía cartas a Dios, más que nada contándole cosas y pidiéndole también. En la adolescencia ya me volqué por los cuentos, las reflexiones y los poemas. Todo fue producto de una necesidad de expresión y de poner en palabras lo que quizás no podía decir verbalmente.

P.- ¿Cómo fue que te decidiste a escribir un libro?
R.- En 2003 estaba cursando el primer año de abogacía en la UNT y a mitad de año dejé la carrera porque no me gustaba. Ese momento fue muy difícil para mí, por el hecho de que tenía que volver a casa y decir que había dejado la carrera, lo que significaba una gran desilusión para mis padres y para mí mismo. Un día un amigo me alentó a escribir en vez de estar lamentándome por mi situación. Ese fue para mí el elemento motivador: el vacío que sentía en ese momento necesitaba llenarlo con dedicación a algo que me gustara. Así me aboqué a escribir mi primera novela.

P.- ¿Qué nos podés contar sobre tu libro?
R.- Es una historia de género romántico que trata de un personaje que vive en Italia, que se decidió a recorrer tierras vecinas, porque se sentía incompleto e insatisfecho consigo mismo: sentía cosas que no podía explicar, necesitaba descubrir nuevos significados e ideales. Personalmente, pienso que la sociedad nos crea preconceptos y maneras determinadas de concebir al mundo. Es así que lo que el personaje central hace, es producir un "quiebre" con ese "mundo" del que estaba rodeado, para conocer otros, con otra gente y otras culturas. Pero lo que a él principalmente lo mueve es la búsqueda del significado del amor verdadero, ya sea fraternal, parental, amical, en todas las expresiones. Él quería saber qué es el amor y cómo hallarlo.

P.- ¿Te sentís reflejado en la novela?
R.- Cuando uno escribe, inconscientemente vuelca sentimientos e ideas propias, así que por lo tanto no sólo el personaje principal, sino que todos los personajes tienen características mías inconscientemente y otros que no, por supuesto, ya que pertenecen a otras personas reales y otras inventadas por mí. Los escritores acudimos mucho a la inventiva pero, normalmente, siempre va mucho de nosotros en la escritura, porque es algo proyectivo, como una forma de descarga.

P.- ¿Te podés definir como una personalidad multifacética?
R.- Sí, totalmente. Estudio canto, piano, psicología y siempre escribí, sólo que ahora escribo hacia fuera, hacia la gente, hacia el mundo editorial y eso lleva su tiempo, su desgaste, pues uno descubre muchas cosas que no creía que existían. El tema de la promoción del libro es muy agotador, sobre todo cuando uno hace varias cosas. Me considero multifacético porque creo que al tiempo hay que aprovecharlo. Pienso que en esta edad se debe sembrar para que cuando uno sea mayor pueda recoger lo mucho o poco que haya sembrado. Si no lo hago ahora, no lo haré nunca.

P.- Con respecto a tu nueva experiencia de publicar tu primer libro, ¿qué es lo que sentís al respecto?
R.- Cuando escribí la novela no pensé en publicarla, porque siento mucho que poder escribir un libro es algo parecido a tener un hijo: lo creás, lo "incubás" dentro tuyo, lo plasmás, y cuando llega el momento de publicarlo, tu libro va a formar parte de la gente y es la gente la que puede hacer con eso lo que quiera: amarlo u odiarlo. Publicar es tomar una decisión que implica un gran riesgo, pero yo me decidí por el sí. Y el libro, gracias a Dios, ha tenido muy buena aceptación. Muchos que leyeron la novela me contaron que les sirvió para encontrar un momento de tranquilidad, de emoción, y ese es el objetivo. Así que estoy feliz; este es un buen comienzo.

P.- Te cuento que quienes hacemos El Puente estamos realizando una investigación sobre los suicidios en Las Talitas, que en los últimos años fueron numerosos, especialmente entre los jóvenes. En nuestra opinión, creemos que es debido a una falta de sentido vital, tal como lo expone Víctor Frankl en sus obras. Vos, como joven con proyectos realizados y otros por cumplir, ¿qué mensaje le darías a la juventud talitense?
R.- Siempre comparo al ser humano con un árbol. En el campo hay dos tipos de árboles: los que están arraigados a la tierra con grandes raíces y los que están más agarrados sólo a la superficie. La vida siempre trae tormentas, inundaciones y también épocas maravillosas, como la primavera y el verano. Pienso que la supervivencia de cada árbol dependerá de cuán fuerte esté arraigado a la tierra; si sus raíces son profundas, podrá inclinarse, incluso, pero nunca quebrarse. Por eso es que lo comparo con el ser humano, porque también está el ser humano débil y el fuerte: el débil es el que se quiebra fácilmente y eso se debe a un vacío espiritual, a una carencia de sentido y de destino de su vida. Y también está el fuerte, que quizás no tiene todas las herramientas para poder estar bien o completo, pero que, sin embargo, le hace frente a las tormentas, a las contingencias, a las inundaciones.
Mi mensaje es que no se preocupen tanto por lo que tienen, sino que vean qué cosas tienen adentro suyo y que los pueden ayudar a potenciarse como seres humanos. Todas las personas tienen un potencial que deben desarrollar. El suicidio no es la solución a nada, es un escape. Creo que la vida es demasiado maravillosa. Espero que aunque sea en el libro puedan encontrar esas cosas que no encuentran en la realidad, y que sepan que de sueños sí se puede vivir, porque hay esperanza, y cuando hay esperanza hay coraje, y si hay coraje hay perseverancia. Les diría, sobre todo, que sean firmes y de grandes raíces, así como los grandes árboles, que nunca se quiebran.

P.- ¿Cuáles son tus próximos pasos con relación a la escritura?
R.- Por lo pronto, voy a promocionar el libro lo más que pueda y también voy a terminar de hacer mis otras cosas y en cualquier momento de tranquilidad que tenga, voy a comenzar a escribir mi próxima novela, que va a estar orientada a la parte psicológica de los seres humanos, a la parte espiritual; no va a ser un libro de autoayuda, pero sí quizás una mirada introspectiva hacia alguno de los problemas por los que la sociedad argentina está pasando, llámense suicidios, bulimia, anorexia, adicciones, etcétera, pero desde una mirada más humana, no tanto médica. Eso me gustaría escribir en cualquier momento libre que tenga.



"El que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo". (Friedrich Nietzsche, filósofo alemán).

Colaboración: Martín E. Córdoba.