Protocolo antipiquete

Todos los ciudadanos, todos los sectores, alguna vez en la vida, tienen la necesidad de manifestar sus reclamos, hacer sentir su descontento cuando una situación o medida injusta le está haciendo daño. Allí es donde nace una puja que tiene como protagonistas a la sociedad versus el Estado, en cualquiera de sus estamentos.
El objetivo del reclamo (piquete, marcha, acarpe, etc.) radica en la necesidad de llevar a los primeros planos, de poner en conocimiento su problema. Toda protesta va acumulando “bronca” (sea porque no se la atiende o no se vislumbra una solución). A partir de allí, es muy fácil instalar la “transgresión”, afectar derechos de terceros ajenos al problema (como la libertad de tránsito) y/u ocasionar daños materiales y hasta víctimas.
El Estado, consciente de su poder, mira para otro lado, sabe que es más fuerte, se siente agredido, saca a relucir su deber de disciplinar a la sociedad. ¡Jamás reconoce que es el primer agresor, el detonante del conflicto y, ufano, reprime!
Soy uno de los tantos ciudadanos que se alegró por el “cambio”, pero, gracias a Dios, no soy fanático ni defiendo a nadie por obsecuencia. Soy un convencido que en este país, cada vez quedan menos peronistas, radicales o socialistas. Nos invadieron “los oportunistas y los corruptos”.
Ejemplo: el ex-Gobernador Alperovich estuvo 12 años ejerciendo el súper poder en Tucumán. Nunca le concedió una audiencia a los jubilados transferidos. Incluso, en una oportunidad intentamos instalar una carpa (por desgracia, la mía) y mandó a la policía a que nos reprima y destroce la carpa. Todos los miércoles marchamos en plaza Independencia reclamando el 82% móvil y la normalización de nuestra obra social Subsidio de Salud (todos derechos legalmente adquiridos que fueron cercenados por el Estado). Tampoco, hasta el presente, el Gobernador Manzur dio indicios de querer atendernos.
Ante este cuadro, no creo que sea este el cambio que buscamos: volver a una tiranía del Estado, que se cree dueño de la vida de los ciudadanos. Es una negra historia que no se debe volver a editar.
Sinceramente, pienso que el ‘protocolo’ debe elaborarse, primero, para el Gobierno que no cumple, que no escucha y que no acata las leyes. Si hace las cosas bien… no hay piquete, no hay marchas.
Por último, es importante el protagonismo de nuestros legisladores, ya que ellos son los representantes del pueblo y la mayoría de las veces no sabemos dónde están.

Juan Marcos Chaves (DNI 8.333.616)