Humor

Estaba en una cena de trabajo en un lujoso restaurante cuando, tras degustar exótico plato, siento el irrefrenable deseo de ir al baño.
Sin pensarlo dos veces me excuso y me dirijo al baño. Mientras lo hago veo cómo otro hombre toma el mismo camino y entra a los servicios. Yo entro tras él y observo cómo ocupa uno de los dos cubículos, que eran de esos que no llegan hasta el techo. Lógicamente, entro en el otro.
Nada más sentarme oigo una voz que proviene del otro lado de la pared que me dice:
-¡Hola!
Me quedo callado sin saber qué decir, pero el tipo vuelve a repetir: 
-¡Hola! ¿Me escuchas? 
La situación me resultaba algo violenta pero, para no parecer mal educado, contesté: 
-¡Hola! 
Entonces, el tipo pregunta:
-¿Cómo estás? 
A lo que contesté sin salir de mi asombro: 
-Bien, gracias… Un poco cansado. 
Y el vecino de retrete dice: 
-¿Qué haces? 
-¿Y qué voy a estar haciendo? Lo mismo que tú, ¡Cagando!- contesté.
Tras lo cual el tipo dice: 
-¡Mi vida, te llamo después porque tengo a un imbécil al lado, que está contestando a todas mis preguntas!

 
Dos amigos dialogando en el bar:
-Pues yo te digo que el año que viene va a ser un año de mucho consumismo.
-¡Pero que decís, Andrés! ¡Si no hay dinero! ¡No hay liquidez y hay inflación!
-Pues por eso mismo. La gente estará con su mismo auto, con su mismo abrigo, con su mismo sofá, con su mismo reloj…