Editorial 107

Fisuras: entre la cura o el quiebre de un espacio


En las elecciones de 2007 fue la primera vez que en nuestro joven municipio de 10 concejales sólo 5 de los electos pertenecían a la lista oficialista. Así, el Intendente Luis A. Morghenstein, que en aquella oportunidad fuera reelecto, tuvo que esforzarse por lograr un entramado de alianzas y arreglos políticos que le garantizaran quórum en el Concejo Deliberante. Todo en pos de la gobernabilidad.

Es así que en numerosas votaciones, ante iniciativas presentadas por el Departamento Ejecutivo Municipal (DEM), generalmente de índole económica-financiera, el resultado que se obtenía era 8 a 2, siendo los concejales “Tito” Abregú y Luis F. Córdoba los únicos que votaban en disidencia.

Pero a nadie escapa que ese entramado de alianzas que construyera el Intendente Morghenstein denotó fisuras, sobre todo en este año 2009: la realidad muestra que a las últimas votaciones en el cuerpo deliberativo las perdió. Por ejemplo, el “Convenio de la basura” (en sesión del 17 de febrero) o la adhesión al Plan Provincial de Infraestructura Vial, que en los términos planteados por el DEM en sesión del 22/04 fue objetado y por ello enviado a Comisión para mejor estudio; recién se aprobó el 8 del corriente mes. Otra “fisura” -y muy notoria- se evidenció el 2 de marzo cuando el presidente del HCD, Dr. Marcos Kristal, no asistiera a la sesión de Apertura en ocasión de la lectura del mensaje del Intendente. Notoria porque Kristal fue reelecto en la lista oficialista.

En los corrillos del Concejo, como en varias mesas de cafés, algunos “analistas” pretenden hallar las causas de esas fisuras del oficialismo municipal: que la ‘mesa chica’ del oficialismo cerró el diálogo en busca del consenso; muy ligado a ello, que entre sus dirigentes hay temor de perder el padrinazgo político por manifestar alguna disidencia de opinión; que hay una excesiva injerencia de la legisladora Najar en asuntos privativos al cargo de intendente; que no hubo respuestas ni soluciones a punteros y dirigentes que trabajaron a destajo para la actual gestión y que hoy siguen soportando el desaire oficial; y como si fuera poco, que colaboradores y funcionarios de la actual gestión no ven con buenos ojos la versión de que para 2011 Morghenstein aspiraría a una banca como legislador, que su esposa -actual legisladora-, buscaría ser electa como intendenta y que un familiar del matrimonio integraría la lista de concejales.

Lo cierto hoy es que el oficialismo no tiene mayoría en el HCD. Habrá que ver cómo incide el proceso electoral del 28/6 en esta cuestión, y si con el tiempo esas fisuras se curan o se produce un quiebre definitivo.