Humor 115

Un paisano va arreando dos vacas y otro se le arrima a conversar.
-Dígame, don Zoilo, ¿estas vacas son holandesas? -pregunta uno.
-Esta sí, responde Don Zoilo.
-¿Y la otra?
-La otra también, contesta Don Zoilo.
-Y dígame, ¿estas vacas van para la feria?
-Esta sí.
-¿Y la otra?
-La otra también -responde Don Zoilo.
-Y por casualidad, ¿estas vacas están preñadas?
-Esta sí –vuelve a contestar Don Zoilo.
-¿Y la otra?
-La otra también, responde Don Zoilo.
-¡¡Pero, dígame una cosa!! ¿Por qué cada vez que le pregunto por las vacas me responde que “esta sí” y después, me dice que “la otra también”.
A lo que Don Zoilo le responde:
-Lo que pasa que esta vaca es mía.
¡Ahhhh!, contesta el primero, ahora entiendo… ¿Y la otra?
-La otra también.

Dos campesinos compran 50 cerdos y uno le dice al otro:
-¿Dónde los metemos?
-En la casa.
-¿Y el olor?
-Bueno, ellos ya se acostumbraran.

Se encuentran dos campesinos y uno dice:
-Yo tengo un loro que dice "papa".
Y el otro le contesta:
-Y yo tengo una lata que dice "arvejas".

Había dos campesinos conversando y uno le propone al otro:
-¿Por qué no vamos a robar vacas al fundo de nuestro patrón?
A lo que el otro responde entusiasmado:
-¡Esta bien!, pero disfracémonos de vaca también para que no nos reconozcan.
Entonces se ponen un disfraz y van a robar vacas con una escopeta, cuando de repente uno le dice al otro:
-¡Rápido, rápido! ¡Dame la escopeta, rápidooooo!
-¿Por qué, acaso viene el cuidador?
Entonces el otro campesino le dice asustado:
-¡No, un toro!

Un turista que pasea por el campo ve una granja y pregunta al dueño:
-¿Pone muchos huevos esa gallina blanca?
-Hasta ahora ninguno, responde el campesino.
-¡Qué contento se pondrá usted cuando ponga el primero!
-Figúrese, venderé huevo y ave a peso de oro.
-¿Por qué?, inquiere extrañado el turista.
Y el granjero le contesta:
-Pues, porque esa gallina, ¡es un gallo!
Estaba un grupo de turistas recorriendo las chacras de un poblado; en eso uno de ellos ve a un campesino tirado a la sombra de un árbol descansando. El gringo se le acerca y le busca conversación:
-Hola, amigo, ¿cómo está usted?
-Muy bien, jefe, aquí descansando.
-Dígame, por qué usted no trabajar más por sus tierras.
-¿Y para qué?
-Para tener grandes cosechas y vender más.
-¿Y para qué?
-Así podrá ganar más dinero y comprar ganado.
-¿Y para qué?
-Con el ganado hacer reproducir y vender y ganar más dinero.
-¿Y para qué?
-Para tener una casa bonita, vivir tranquilo y descansar.
-¿Y qué estoy haciendo?