En invierno hay que variar la alimentación sin sumar más calorías

Es verdad que dan ganas de comer cosas calientes, pero estas no tienen que ser muy calóricas. Opciones más sanas

La mayor ingesta de alimentos que la mayoría de las personas realiza durante el invierno -estación que comienza hoy- tiene que ver con una cuestión cultural y no con una “necesidad” del organismo, aseguran especialistas en nutrición. Explican que lo que determina la demanda de calorías es la actividad y no la temperatura.
“La idea de que porque estamos en invierno hay que comer más es cultural. La necesidad de consumir más calorías tiene que ver con el nivel de actividad que tenemos y no con las temperaturas, por lo que durante el invierno las personas deberían variar la alimentación pero sin aumentar las calorías”, dijo a Télam Mercedes Cetti, nutricionista del Hospital del Clínicas.
En ese marco, añadió: “El problema es que durante el invierno las personas se vuelcan a alimentos más calóricos, como papas, pastas y legumbres y además se reduce la actividad física. Esta combinación hace que la mayoría de la población aumente de peso durante los períodos de bajas temperaturas”.
“Lo que hay que hacer es buscar dentro del deseo de otro tipo de alimentación la mejor opción; por ejemplo, para la sopa comprar las verduritas y ponerlas a hervir en lugar de usar las sopas instantáneas que en general son hipersódicas”, aconsejó la especialista.

Eternas frutas y verduras
“Las frutas y las verduras siempre son clave en la alimentación. Cuanto más colores consumamos, mayor será el aporte para nuestro organismo”, sostuvo.
En el mismo sentido, Teresa Cóccaro, responsable del Área de Nutrición del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (INEBA), aportó: “durante los meses de otoño e invierno se recomienda consumir dos frutas por día: una debe ser cítrica -ya que posee antioxidantes que mejoran el sistema inmunológico- y la otra no necesariamente tiene que ser fresca, sino que puede ser cocida en forma de compota o asada”.
En referencia a las verduras, Cóccaro indicó: “se pueden reemplazar las ensaladas por vegetales de estación cocidos”.
“La idea es que la cocción sea siempre lo menor posible para evitar que pierda sus propiedades. Cocinar al vapor o saltear con muy poco de aceite es la mejor opción. También se puede comer en formato de budines, puré o soufflé para acompañar pollo, pescado o carne roja”, describió.
Entre los vegetales de estación se encuentran calabaza, remolacha, zapallito, berenjena, acelga, espinaca, brócoli, coliflor y zanahoria.
Otra recomendación de ambas especialistas es el consumo de frutas secas.
“Si bien son calóricas, las grasas que aportan son muy buenas y dan sensación de saciedad, por lo que pueden ser una buena alternativa para ‘picotear’ a media mañana o tarde”, indicó Cetti.
Cóccaro destacó que la fruta seca también puede acompañar un vaso de leche tibia para el desayuno, al que se le puede agregar una cucharadita de cacao amargo que aporta una buena cantidad de proteínas y calcio.
Un capítulo aparte le dedicaron al guiso de lenteja: “esta legumbre es muy buena para el organismo, el problema es que en nuestra cultura se utiliza mayoritariamente para el guiso al que se le pone panceta, chorizo colorado, etcétera. La idea sería reemplazar estos alimentos por carnes magras que a la vez no se endurezcan con la cocción”, sostuvo la nutricionista del Clínicas. En referencia a todos los guisos, la especialista aconsejó reemplazar la papa y los fideos por zanahoria y zapallo.

Guisos saludables
Cóccaro agregó: “también se pueden hacer guisados saludables con salsa de tomate natural y carne magra o pollo. El pastel de carne se puede hacer con base de calabaza en lugar de papa y las pastas pueden acompañarse con tomate natural o pesto, una opción muy completa, saludable y de bajo aporte calórico”.
Añadió: “como en toda recomendación nutricional, no se trata de no comer sino de controlar la cantidad, modificar el método de cocción (evitar las frituras es muy importante) y acompañar la rutina alimentaria con actividad física, al menos dos o tres veces por semana durante 30 minutos.
Finalmente, Cetti recordó: “aunque no tengamos sed, es fundamental la ingesta de agua porque el organismo sigue necesitando hidratación”. 

Artículo publicado por La Gaceta (Martes 21/06/16)