Humor 123

Variados

-¿Por qué un sapo no puede ser carpintero?
-Porque no tiene oreja donde colocarse el lápiz.

-¿Cuál es el colmo de comprar embutidos?
-Que te vendan una marca chancho.

-¿Por qué los gallegos entierran la tele?
-Para ver tierra adentro.

-¿Y por qué los gallegos crían gallinas en un pozo?
-Para tener huevos pasados por agua.

-¿Por qué los gallegos llevan limpiaparabrisas en el vidrio de atrás del auto?
-Por si llueve a la vuelta.

En el consultorio, el psiquiatra le dice a Rafael:
-Rafael, ¿por qué cree usted que está pescando?
-No, señor, yo no creo estar pescando.
-Bueno, Rafael, vaya a su habitación.
Y dice Rafael:
-¿Y qué hago con estos pescados, doctor?

-¿Cómo se distingue a un gallego en un barco pirata?
-Es el único que tiene parches en los dos ojos.

El tío Pepe hablando con su sobrino que se está por casar, dice:
-Sobrino, hoy es el día más feliz de tu vida.
El sobrino contesta:
-¿Por qué? Si mi casamiento es mañana.
-Por eso, sobrino, por eso te digo que hoy es el día más feliz de tu vida.

-Mi hija se casó con un piloto italiano –le dice una mujer a su vecina presumida.
-Y la mía con un vestido de seda.


Pronóstico indio


Los indios de una remota reserva preguntaron a su nuevo jefe si el próximo invierno iba a ser frío o apacible.
Dado que el jefe había sido educado en una sociedad moderna, no conocía los viejos trucos indios.
Así que, cuando miró el cielo, se vio incapaz de adivinar qué iba a suceder con el tiempo... De todas formas, para no parecer dubitativo, respondió que el invierno iba a ser verdaderamente frío y que los miembros de la tribu debían recoger leña para estar preparados.
No obstante, como también era un dirigente práctico, a los pocos días tuvo la idea de telefonear al Servicio Meteorológico Nacional.
-¿El próximo invierno será muy frío? - preguntó.
-Sí, parece que el próximo invierno será bastante frío - respondió el meteorólogo de guardia.
De modo que el jefe volvió con su gente y les dijo que se pusieran a juntar todavía más leña, para estar aún más preparados.
Una semana después, el jefe llamó otra vez al Servicio Meteorológico Nacional y preguntó:
-¿Será un invierno muy frío?
-Sí - respondió el meteorólogo- va a ser un invierno muy frío.
Honestamente preocupado por su gente, el jefe volvió al campamento y ordenó a sus hermanos que recogiesen toda la leña posible, ya que parecía que el invierno iba a ser verdaderamente crudo.
Dos semanas más tarde, el jefe nuevamente llamó al Servicio Meteorológico Nacional:
-¿Están ustedes absolutamente seguros de que el próximo invierno habrá de ser muy frío.
-Absolutamente, sin duda alguna - respondió el meteorólogo - va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
-¿Y cómo pueden estar ustedes tan seguros?
-¡A la pucha!, ¡¡porque los indios están recogiendo leña como locos!!