Editorial 85

Concejolandia

El rol desdibujado de una institución, inexorablemente hará fracasar (o tornará ineficiente) al sistema en el que esté inserta. Así, nuestro sistema democrático de gobierno se debilitará si los concejos deliberantes, siendo la esfera gubernamental más cercana al ciudadano, no publican sus actos de gobierno, no promueven la participación vecinal o -fundamentalmente- no controlan con seriedad.
El 15 de mayo último se autorizó al DEM la compra directa de una retroexcavadora y a sabiendas que la ley sí prevé las contrataciones directas, no debemos perder de vista que el Concejo autorizó la erogación de dineros de los vecinos todos de esta comunidad. Con este norte, surgen muchos interrogantes que hacen dudar de la seriedad con que abordó el tema el Concejo Deliberante.
En ninguna parte del proyecto enviado por el Intendente al HCD, ni en ninguno de los dictámenes de los profesionales citados en el mismo, se aclara si se dejará de alquilar todas o algunas de las máquinas que hoy se alquilan o si es que habrá menos empleados en el sector de obras públicas de la Municipalidad. Además, si vemos que en todo el expediente se habla de montos dinerarios solamente cuando se refiere a los presupuestos presentados por diferentes empresas y no se especifican cuáles son los montos que se gastan actualmente por el alquiler de máquinas, nos preguntamos: ¿a qué se refería el funcionario que dijo que la compra de la máquina “serviría por 10 años con enormes beneficios para la Municipalidad”?, ¿beneficio económico o de menor trabajo del personal? Y un planteo de escuela primaria: ¿Cómo pueden los concejales que dictaminaron a favor, saber cuánto se ahorra el Municipio si no conocen lo que hoy se gasta en alquiler?, ¿o sí?, ¿por qué no lo informaron en la sesión?
Otras preguntas surgen de uno de los considerandos que redondea la fundamentación, que dice: “están dadas las condiciones y razones de bien público motivan la compra de la maquinaria y que facultan a este Honorable Cuerpo a autorizar una excepción al mecanismo de licitación pública para esta operatoria”. Si están “dadas las condiciones” ¿será que están saneadas las finanzas municipales?, si fuera así, ¿por qué hay ordenanzas autorizando la afectación de la coparticipación municipal?
Mención especial para la obviedad del asesor letrado del HCD que con su dictamen ayudó al Intendente a convencer a 7 concejales con el siguiente argumento: la máquina “pasa a formar parte del activo del Municipio y se deja de pagar alquiler, amortizándose a través del tiempo el precio pagado”. Ahora, eso mismo, pero en números, ¿en cuánto beneficia a Las Talitas?
Claro que hay casos en los que debe aprobarse una contratación directa cuando haya circunstancias que lo justifiquen. Quizás este era uno. Pero nunca con la liviandad en la indagación de informes y de datos exhibidos en este trámite. Así se quita seriedad al trabajo de un Concejo, se le quita la “honorabilidad” que prescribe su reglamento y se agobia la calidad institucional que la grandeza de una Nación exige.