Hechos Sociales 67

Los peligros de la maternidad precoz
Colaboración: Gonzalo Gramajo

El riesgo de mortalidad materna y del bebé en América Latina aumenta cuanto más niña es la “mujer”. Así lo confirma el mayor estudio realizado hasta ahora en la región sobre las consecuencias del embarazo adolescente.
Un importante informe realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), arroja un dato preocupante: que la mortalidad de la mamá y de su hijo se cuadriplica cuando la mujer tiene menos de 16 años debido a un aumento de hasta el 40% en el riesgo de desarrollar anemia y sufrir hemorragia en infecciones uterinas después del parto, con respecto a las jóvenes de entre 20 y 24 años.
Y esto no es todo. Según el trabajo realizado por especialistas del Centro Latinoamericano de Perinatología y Desarrollo Humano (CLAP) de la OPS, en los bebés de madres menores de 15 años el riesgo perinatal (dentro del primer año de vida) es un 50% mayor que en los hijos de mujeres de entre 20 y 24 años. La explicación estaría en la gran cantidad de partos prematuros (menos de 37 semanas de gestación) y bebés nacidos con bajo peso (menos de 2,5 kilos) que se registran en esta franja etaria. Una causa de esto sería una “rivalidad biológica entre la madre y el feto”, argumentó el doctor José Belizán de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Buenos Aires.
En un estudio proveniente del Sistema de Información Perinatal (SIP) del CLAP, nuestro país aportó 250.000 registros de historias clínicas, un hecho que se manifiesta en la tasa de maternidad adolescente.
Además, el estudio confirmó que el embarazo por debajo de los 16 años tiene una gran cantidad de complicaciones. Entre ellas, según lo establecido por el SIP, se puede observar una mayor incidencia de enfermedad hipertensiva del embarazo (preeclampsia y eclamsia), anemia, parto vaginal con uso de espátulas y fórceps, episiotomía (incisión para facilitar el parto y evitar un desgarro, hemorragia postparto y endometrio puerperal (infección) uterina posparto.
“Como la adolescente está en un proceso de crecimiento, habría una competencia por los nutrientes necesarios para el desarrollo natural tanto de la madre como del bebé. Si bien esto no se conoce con certeza, sí demostramos que no sólo ocurre con factores asociados con el bajo nivel socioeconómico de las chicas, explicó el doctor Belizán, especialista saliente del CLAP.

Fuente: Este material es el extracto
de un artículo publicado
en el Diario Clarín