Humor de 145

El peluquero intrigado

Un hombre mete su cabeza en una peluquería y pregunta:
-¡Máster! ¿Cuánto tiempo te falta para que me puedas hacer un corte de pelo?
El peluquero mira a su alrededor y viendo la peluquería llena, le dice:
-Como dos horas.
Y el hombre se va.
Unos días después el mismo hombre vuelve a la peluquería y, desde la puerta, le pregunta al peluquero:
-¡Capo! ¿Cuánto tiempo te falta para que me puedas hacer un corte de pelo?
El peluquero mira alrededor de la peluquería y dice:
- Tal y como tengo hoy de gente, como unas tres horas.
El hombre se va.
Una semana después el mismo hombre vuelve a la peluquería y desde la puerta le pregunta al peluquero:
-¡Tigre! ¿Cuánto tiempo te falta para que me puedas hacer un corte de pelo?
El peluquero mira alrededor de la peluquería y dice:
- Como dos horas y media.
Y el hombre, una vez más, se va
El peluquero, muy intrigado a estas alturas, llama a su ayudante que estaba a punto de enjabonar la cabeza a un cliente y le dice:
-Escuchame, Juan... Haceme el favor de seguir discretamente a ese señor que acaba de salir y ve a ver adónde va. Lleva varias semanas que viene, pregunta en cuánto tiempo le puedo hacer un corte de pelo, pero después nunca regresa. Fijate adónde va y volvé a decírmelo.
-¡Meta! -dice Juan.
Un rato después, vuelve el ayudante a la peluquería, riéndose histéricamente. El peluquero le pregunta:
-¿Y?, ¿por fin a dónde fue el hombre después de pasar por aquí?
El aprendiz, con lágrimas en los ojos de tanto reírse, le dice:
-¡A tu casa!